Algunos teóricos neodarwinistas opinan que el ritmo de la evolución biológica no es constante: el registro fósil parece indicar que hay épocas en las que los cambios evolutivos se producen con una relativa rapidez y otras, más prolongadas, de estabilidad. Este enfoque, llamado "teoría del equilibrio puntuado", presupone saltos evolutivos acelerados. Mi experiencia, especialmente en las etapas geológicas de mi formación lectora, sigue ese patrón: fogonazos. Leer no es, ni fue, un paseo pautado por tranquilas avenidas primaverales. Leer era, y es, zambullirse en la selva de lo humano relatado, el tumulto de los sonidos articulados, la ventana abierta sobre el pasado y sobre el Otro. Y eso sucede entre hallazgos deslumbrantes e incendios incontrolados. En el libro que crece conmigo leí, illo tempore, sin que pueda evitar sonreír al releerlo: Moça tan fermosa non vi en la frontera, como una vaquera de la Finojosa. Faziendo la vía del Calatraveño a Santa María, vencido del sueño,
Club de lectura del programa Es.pabila.